La igualdad de género quiere decir que hombres y mujeres deben ser tratados con respeto y tener las mismas oportunidades, derechos y recursos a fin de propiciar una sana convivencia entre las personas.
Su objetivo es alcanzar una sociedad más equilibrada en la que se reconozca la dignidad y el valor que todos los hombres y las mujeres poseen.
En ciencias sociales, el término género se refiere a todos aquellos atributos, comportamientos y actividades que la sociedad considera propios de hombres o de mujeres y que forman parte de su cultura. Es decir, cómo deben ser los hombres y las mujeres a partir de una valoración desigual.
Estas diferencias se establecen a partir de los prejuicios (valorar a una persona de forma negativa), los estereotipos (idea sobre algo que es compartida por la sociedad) y generalizaciones que pueden desvalorizar las diferencias que hay entre hombres y mujeres.
Propiciar la desigualdad que puede derivar en problemas sociales, políticos, económicos y culturales que muchas niñas y mujeres enfrentan a través de la violencia, la falta de oportunidades laborales, la dificultad para el acceso a la educación, entre otras situaciones. Incluso, esto varia en cada país según su cultura o religión predominante.
En este sentido, incentivar y defender la igualdad de género puede conllevar a una sociedad más pacífica, respetuosa y con un mayor índice de desarrollo individual y social.
¿Por qué es importante la igualdad de género?
La importancia de la igualdad de género está en el reconocimiento y el respeto que todas las personas nos debemos sin sentirnos superiores o inferiores por el simple hecho de ser hombre o mujer. Todos los individuos deben ser valorados por igual.
La igualdad de género es tan importante que forma parte de los derechos fundamentales del ser humano. También es uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Organización de la Naciones Unidas (ONU), para garantizar la libertad y una mejor calidad de vida.
En las familias se debe dar el ejemplo de cómo hombres y mujeres pueden encargarse de tareas como cocinar, limpiar, lavar la ropa, trabajar, sin distinción de género.
Por ejemplo, el padre puede cocinar y hacerse cargo de sus hijos mientras la madre trabaja en su negocio de ventas de prendas de vestir.
La igualdad de género promueve el desarrollo social, fomenta las relaciones interpersonales y genera igualdad de oportunidades laborales.
Los estereotipos como que la mujer no puede trabajar como mecánico automotriz y el hombre no puede hacerse cargo de las labores del hogar, dificulta el desarrollo y construcción de una sociedad más igualitaria.
¿Cómo se logra la igualdad de género?
La desigualdad de género es un gran problema que enfrentan las sociedades y que se debe reducir. Existen diferentes acciones que incentivan la igualdad de género y que se pueden realizar en nuestro día a día y en diferentes ámbitos.
Desde la familia: debe incentivar entre sus integrantes, padres, madres, hijos e hijas, que todos son igual de importantes y tienen los mismos derechos y deberes los unos con los otros.
Desde las amistades: entre amigos debe prevalecer el respeto, el valor y el cariño ante cualquier tipo de violencia, como gritos o insultos.
Desde las organizaciones privadas: sirven para denunciar y exigir que se respete la igualdad de género. Por ejemplo, en los espacios laborales muchas mujeres reciben un salario inferior al del hombre sin ningún motivo.
En las organizaciones internacionales: se dedican a investigar y a hacer pública las desigualdades de género que existen en los ámbitos familiares, laborales, escolares o sociales. Además, toman acciones para reducir esta problemática proponiendo leyes o normativas de carácter internacional.
Los gobiernos: son los responsables de promover acciones y leyes que incentiven la igualdad de género a fin de construir sociedades más equitativas y justas.
Diferencia entre igualdad y equidad de género
La igualdad de género y la equidad de género son dos términos relacionados e importantes, aunque presentan diferencias.
La igualdad de género es fundamental para que hombres y mujeres vean respetados sus derechos, dignidad y posibilidades de ejercer sus libertades y desarrollar sus capacidades. También toma en cuenta las desigualdades que los afecta, a fin de construir una sociedad más próspera y equilibrada.
Por ejemplo, hombres y mujeres pueden dedicarse a una misma profesión, deporte o actividad sin que exista desigualdad de género, como el fútbol o la cocina profesional.
La equidad de género se ocupa de garantizar que hombres y mujeres tengan un trato justo en los diferentes espacios donde se desenvuelven. También, que se reconozcan sus diferencias a partir de sus necesidades, intereses o deseos.
Por ejemplo, deben existir las mismas oportunidades laborales, y con los mismos beneficios y salarios, para hombres y mujeres, a fin de disminuir las desventajas entre ambos sexos.
Vea también Equidad de género.
Ejemplos de igualdad de género
- En los hogares se debe evitar la violencia de género de cualquier tipo, bien se trate de insultos, gritos o violencia física.
- En las escuelas se debe incentivar que tanto niños y niñas estudien y ejerzan una profesión sin limitarse por ser mujer u hombre. Por ejemplo, tanto un niño como una niña pueden plantearse ser arquitectos.
- En las escuelas y en los hogares se debe desalentar las actitudes machistas o sexistas que desvaloren la figura femenina. Por ejemplo, “no llores como si fueras una niña”.
- En la familia tanto los padres como las madres pueden ayudarse mutuamente a realizar las tareas del hogar, el aseo de los hijos, la limpieza y demás responsabilidades familiares.
- En el hogar y en las escuelas se debe promover la defensa de la igualdad de género en todos los espacios donde nos encontremos. Así podremos vivir en una sociedad más respetuosa.
- En el área de la salud es importante promover la responsabilidad que hombres y mujeres tienen en relación a su salud sexual. Por ejemplo, ambos deben cuidarse por igual para evitar enfermedades de transmisión sexual.
- Las oportunidades laborales deben ser iguales para todos. Por ejemplo, tanto un hombre como una mujer pueden optar por un mismo puesto de trabajo sin que su salario se diferencie bien por ser hombre o ser mujer.
Vea también Igualdad social.