Los seres humanos somos los únicos seres vivos que hemos desarrollado un lenguaje compuesto por signos lingüísticos, a través del cual podemos expresar nuestros pensamientos y sentimientos a quienes nos rodean.
De allí que hayamos desarrollado la lectura, una actividad que nos permite realizar diversos procesos cognitivos con la finalidad de formar ideas, establecer comparaciones, emitir opiniones, ampliar conocimientos y determinar una postura de vida. Por tanto, forma parte de los pilares de la educación.
En este sentido, la lectura resulta una actividad de gran importancia porque nos abre las puertas al conocimiento, la imaginación y la recreación, incluso, forma parte de nuestra herencia cultural.
Asimismo, la lectura nos permite aprender sobre lo que nos resulta ajeno, y comprender de mejor manera aquello que ocurre a nuestro alrededor.
La lectura es una actividad cotidiana que se relaciona con los diversos procesos de comunicación y socialización, y que va más allá del área académica o cultural. Por ejemplo, leer una publicidad o etiqueta de un producto nos permite informarnos y determinar ciertas posturas o decisiones ante una situación en particular.
Por tanto, en la importancia de la lectura resalta la necesidad básica de que el lector obtenga información, establezca un vínculo con lo que lee, sea capaz de comprender su contenido y formular una postura crítica.
Cabe agregar que la lectura se debe valora como una actividad placentera y constante, un hábito que se debe inculcar desde temprana edad para formar las generaciones futuras, incentivar el ingenio y creatividad, establecer personalidades, el intercambio cultural, entre otros.
De esta manera, también es importante que se formulen políticas culturales y sociales que incentiven la lectura como una actividad que, además de generar placer y goce, nos permite aprender, establecer juicios de valor y transmitir conocimiento.
Es decir, la lectura es trascendental para el desarrollo continuo de los individuos, nos hace capaces de discernir entre la multitud de información que se encuentra a nuestro alcance y nos conlleva a tomar mejores decisiones tanto personales como colectivas.
También, nos hace libres de recrear nuestra imaginación, vivir historias increíbles, identificarnos con diferentes personajes, determinar una visión de la realidad, incentivar el razonamiento lógico y crítico, soñar y experimentar distintas emociones, entre otros.
La lectura en los niños
Enseñar a leer e inculcar el hábito de la lectura en los niños es una tarea de gran importancia, tanto para los docentes como para los padres y representantes, no solo porque establece lazos de unión, sino porque forma parte de su aprendizaje. Se trata de incentivar a los niños a que sean buenos lectores en el futuro.
En la actualidad el acceso a la lectura y la información tiene un mayor alcance a través de los dispositivos tecnológicos. Ya no es necesario tener un libro en casa o trasladarse hasta una biblioteca o librería para obtener un libro.
Ahora, desde los modernos dispositivos electrónicos podemos acceder a un sinfín de contenidos para todo tipo de público lector, por tanto las nuevas herramientas tecnológicas pueden ser empleadas como un medio para incentivar la lectura en los más pequeños.
La importancia de la lectura en los niños radica en que aporta una serie de beneficios cognitivos que son necesarios para desarrollar vocabulario, mejorar la atención, la formulación de ideas y criterios, propiciar la imaginación y la creatividad.
Por ello, la lectura debe ser una actividad divertida en la cual los niños puedan aprender sobre los valores más importantes de la vida, así como, sobre las interacciones sociales, historia, cultura general, salud e higiene, el cuidado del medioambiente, entre otros.
A su vez, la lectura debe incentivar la imaginación y trasladar a los niños a recrear los mundos y personajes fantásticos de los relatos.
Por tanto, la lectura funciona como un método a través del cual se va acumulando una serie de conocimientos necesarios para el posterior desarrollo individual y social del lector que, posteriormente será autónomo en la toma de sus decisiones e ideales.
De allí que se destaque la necesidad de acercar a los niños al ejercicio de la lectura desde temprana edad, bien sea haciendo uso de los libros en formato impreso o digital.
El proceso de aprender a leer es individual, sin embargo, a medida que los niños van acumulando conocimiento su incentivo por la lectura crece, lo que es muy importante porque van desarrollando cada vez más sus habilidades básicas de aprendizaje y se establecen sus conductas.
Cómo fomentar la lectura en los niños
Existen diferentes maneras de fomentar la lectura como una actividad habitual, de formación y recreación, por ejemplo:
- Hacer del contacto con los libros algo natural y cotidiano.
- Como padres o representantes, ser un ejemplo de lector habitual.
- Hacer de la lectura una actividad divertida en la cual la se vale la libre imaginación.
- Establecer momentos y espacios destinados para la lectura.
- Poner en práctica la lectura oral y la lectura silenciosa.
- Leer junto a los niños su libro favorito.
- A modo de comprensión lectora preguntar qué le pareció la historia, cuál fue su personaje favorito, qué le gustó más de la lectura, entre otros.
- Acercar a los niños a las librerías y bibliotecas para que ellos puedan elegir qué libro quieren leer.
- Participar de actividades como cuentacuentos, los cuales incentiven a los niños a leer.
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Lectura en la sociedad
En las sociedades modernas la lectura es una actividad cotidiana e indispensable. En todo momento estamos en contacto con textos, bien sean breves o extensos, académicos, informativos, recreativos, publicitarios, historietas, entre otros.
Esto se debe a que cada día tenemos mayor acceso a la información, en parte como consecuencia del continuo desarrollo tecnológico y del uso de las redes sociales, en las cuales se hacen millones de publicaciones diarias leídas por miles de personas.
Sin embargo, esto no nos convierte en lectores habituales porque el ejercicio de la lectura vas más allá de leer una valla publicitaria, por el contrario, se trata de un proceso de comprensión y análisis de la información, la cual será empleada de diversas maneras en nuestras actividades diarias.
De allí la importancia de aprender a leer y desarrollar las habilidades que nos permitirán realizar lecturas tanto simples como complejas de diversos tipos de contenidos.
Un lector asiduo es aquel que siente gusto por la lectura, la cual realiza por voluntad propia y le permite dar respuesta a dudas, lo capacita y le permite tener una opinión más crítica sobre diferentes temas de tipo social, político, cultural o económico.
La lectura abre las puertas al conocimiento, la libertad de pensamiento y expresión. Una sociedad conformada por un gran número de lectores es capaz de mejorar las relaciones humanas, incentivar el intercambio cultural, establecer posturas mejor definidas en cuanto a ciertos temas de interés común, entre otros.
En este sentido, las sociedades se ven beneficiadas al contar con ciudadanos lectores que poseen conocimientos y están preparados para realizar diversos trabajos, eso posibilita el continuo desarrollo en diversos ámbitos.
Además, la lectura propicia el razonamiento crítico porque ya ha generado en el lector una serie de conocimientos que han desarrollado su capacidad intelectual.
En general, todas las sociedades necesitan de ciudadanos que tengan gusto por la lectura, estén informados y se sientan libres de expresar y de crear nuevas oportunidades de crecimiento y emprendimiento social e individual.
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