Jesús de Nazaret es reconocido como una de las figuras más importantes de la historia occidental y del cristianismo, religión ampliamente extendida para la cual se trata del Hijo de Dios, quien murió y resucitó para librar al hombre de los pecados.
Jesús no dejó ningún texto escrito en los que diera testimonio de sus predicaciones, milagros, ni de su vida. Por tal razón existen dificultades para aclarar ciertos momentos importantes de su biografía.
Sin embargo, los escasos documentos que ofrecen datos importantes, muchos escritos por sus discípulos, han sido estudiados y analizados por los especialistas con el fin de corroborar y reconstruir pasajes de la historia que confirman su existencia.
Los evangelios que ofrecen mayor información sobre la vida de Jesús son los de Marcos, Lucas, Mateo y Juan. Sin embargo, estos evangelios más que ofrecer un relato histórico se centran en exponer y dar a conocer la vida de Jesús y sus mensajes.
Nacimiento e infancia de Jesús de Nazaret
Acerca del nacimiento de Jesús de Nazaret se tienen escasos datos. Lo que se sabe deriva, en gran medida, de los evangelios de Mateo y Lucas. Por tanto, todavía existen ciertas dudas con respecto a este importante acontecimiento.
Los padres de Jesús fueron José, el carpintero, y María de Nazaret, quienes vivían en Galilea. María quedó embarazada de manera inesperada, su estado fue anunciado por el ángel Gabriel, quien se le apareció en sueños para darle a conocer que Jesús fue concebido por obra del Espíritu Santo, de allí que sea el Hijo de Dios. Este hecho se conoce como la Anunciación.
María era una mujer virgen y libre de pecado, de allí que fuese elegida para ser la madre del Hijo de Dios. Asimismo, al parecer María era prima de Isabel, esposa de Zacarías, quienes durante su vejez tuvieron un hijo llamado Juan Bautista.
Para aquel entonces, el emperador romano Augusto había ordenado un censo en el que cada persona debía empadronarse en su lugar de nacimiento. Eso motivó a José a emprender un viajar junto a María, quien se encontraba en un avanzado estado de embarazo, hacia Belén su pueblo de nacimiento.
José y María contaban con escasos recursos, y ya estando en Belén a María le llegó la hora de dar a luz, por lo que tuvieron que refugiarse en una especie de cueva utilizada por los pastores de la zona.
Allí fue donde María dio a luz a su hijo, Jesús de Nazaret, quien fue adorado por unos pastores que ya habían sido anunciados por los ángeles y tres reyes magos que venían de Oriente con ofrendas de oro, mirra e incienso.
En tal sentido, Jesús nació en Belén, un pueblo de Judea que pertenecía al Imperio romano, aproximadamente, en el año 4 a.C.
En esa época Herodes el Grande reinaba en Judea, quien supo del supuesto nacimiento del Mesías tras las llegada de los tres misteriosos reyes de Oriente que, antes de llegar a Belén, habían pasado por Jerusalén preguntando por el rey de los judíos que acababa de nacer y a quien iban a adorar.
Después de haber sido alertado, Herodes decidió acabar con su supuesto oponente y ordenó la muerte de todos los varones con cerca de un año de edad. Es una fecha que el cristianismo celebra cada 28 de diciembre como el Día de los Santos Inocentes.
José fue advertido por el ángel Gabriel de las órdenes de persecución del rey Herodes, por lo que decidió huir con su familia hacia Egipto, lugar donde permanecieron hasta la muerte del monarca. Luego, volvieron a Nazaret, Galilea.
Una vez de vuelta a Nazaret, Jesús llevó una infancia normal en la que aprendió del oficio de la carpintería ayudando a su padre y estudió las tradiciones judías, de las cuales fue un buen conocedor porque constantemente asistía al Templo.
Entre los 12 y 30 años de edad, aproximadamente, no se sabe casi nada acerca de la vida de Jesús, excepto lo que algunos textos de los evangelios apócrifos narran, los cuales tienen un origen desconocido y no forman parte de la Biblia.
Predicaciones de Jesús de Nazaret
A partir de los 30 años Jesús de Nazaret comenzó a hacerse notar en la vida pública y dio inicio a las enseñanzas y predicaciones de las palabras de Dios, a través de las cuales anunciaba la llegada de su reino.
Para ese entonces, según el evangelio de Lucas, Jesús de Nazaret fue bautizado por su primo Juan el Bautista, en el río Jordán, quien lo había designado como su sucesor y ya anunciaba la llegada del Mesías, es decir, de Jesús.
Tomando en cuenta las palabras de los evangelistas, se dice que durante el bautizo de Jesús apareció el Espíritu de Dios en forma de paloma, que descendió sobre Jesús y lo designó como Hijo de Dios.
Según los evangelios, el Espíritu de Dios guio a Jesús hasta el desierto, lugar donde se retiró por cuarenta días, hizo ayuno y superó las tentaciones del demonio. Luego, Jesús de Nazaret se estableció en Cafarnaún, Galilea, donde comenzó a predicar a todos la llegada del Reino de Dios.
Las predicaciones de Jesús de Nazaret se caracterizaban por ser parábolas, es decir, relatos breves y simbólicos que tienen como finalidad enseñar qué es el Reino de Dios y dejar una enseñanza o generar una reflexión moral. De allí que sus predicaciones resultaran agradables.
De esta manera, viajando a distintos lugares y dando a conocer la palabra de Dios fue que Jesús de Nazaret ganó seguidores, incluso, en diversos evangelios se relatan los diferentes milagros que llegó a realizar, entre los que destacan sanar a leprosos o ciegos, calmar tempestades, caminar sobre el agua o multiplicar el pan.
No se sabe con exactitud cuánto tiempo Jesús pudo realizar sus predicaciones de manera libre, ya que en el evangelio de san Juan se menciona que participó en tres ocasiones en la Pascua judía, pero, en otros evangelios se dice que solo vivió la Pascua en la cual fue crucificado.
De esta manera, tras dichos actos y predicaciones, Jesús de Nazaret también consiguió hacerse un gran número de enemigos, como los fariseos, quienes lo acusaban por su soberbia al llamarse Hijo de Dios, Mesías o rey de los judíos.
Asimismo, y debido a la incomprensión de muchos, Jesús fue acusado de mentir y querer engañar a las personas a través de sus predicaciones, razones por las cuales fue denunciado ante el gobernador de Roma, Poncio Pilatos.
No obstante, durante su actividad pública Jesús estuvo acompañado de un gran número de personas que lo escuchaban y creían en su palabra, en especial los más humildes. Entre tantos destacó un grupo de hombres honestos y responsables que dedicaron su vida a acompañar a Jesús en sus predicaciones y ayudarlo en su misión.
Este grupo es conocido como los doces apóstoles y estuvo conformado por: Simón, a quien llamó Pedro, y su hermano Andrés. Se suman Santiago y su hermano Juan; Felipe y Bartolomé, Mateo y Tomás, Santiago de Alfeo y Simón el Zelote, Tadeo y Judas Iscariote, quien traicionó a Jesús.
Los apóstoles eran hombres sencillos y trabajadores que dejaron todo por seguir a Jesús y, junto a él establecer un nuevo orden religioso.
Pasión y muerte de Jesús de Nazaret
A medida que Jesús de Nazaret tenía mayor cantidad de seguidores, el Imperio romano más lo asechaba. De allí que en la víspera de la Pascua judía Jesús se dirigió hasta Jerusalén, lugar donde entró sentado sobre un asno y fue recibido y proclamado como rey de los judíos por una gran multitud de seguidores.
Una vez en la ciudad se dirigió al Templo y expulsó a los vendedores y cambistas. Se dice que Jesús ya sabía que su final estaba próximo, por lo que luego se reunió con sus apóstoles para celebrar la Pascua en lo que se conoce como la Última Cena.
Durante dicho acto Jesús predijo que quesería traicionado por uno de sus apóstoles y negado por otro. Posteriormente, una vez culminada la reunión se dirigió al Monte de los Olivos para rezar. Jesús fue acompañado por dos de sus apóstoles, quienes más tarde se quedaron dormidos.
Judas Iscariote fue el apóstol que traicionó a Jesús de Nazaret por treinta piezas de plata. Por ello, a tempranas horas del día siguiente Jesús fue capturado por los guardias de los príncipes del sacerdote, y así inició lo que se conoce como la Pasión de Cristo.
Una muchedumbre de personas quiso evitar el arresto, sin embargo, terminaron huyendo y Jesús fue llevado hasta el palacio del sacerdote Caifás, donde se realizó el sanedrín, consejo de sabías que fungían como jueces y en el que participaron testigos falsos.
Durante el juicio Caifás le preguntó a Jesús si él era el Mesías, a lo que Jesús contestó “Tú lo has dicho”. Ante tal respuesta, el consejo religioso de los judíos lo declaró culpable de blasfemia y sentenció pena de muerte al declararse como Mesías y rey de los judíos.
Sin embargo, los integrantes del sanedrín no podían llevar a cabo una pena de muerte sin tener previamente el consentimiento de las autoridades romanas. De esta manera, Jesús fue llevado ante el procurador de Judea, Poncio Pilatos, quien accedió a interrogar a Jesús.
Incluso, Pedro, el apóstol que siguió a Jesús en secreto durante la detención, lo negó tres veces ante los sirvientes de Caifás.
Pilatos lo consideró inocente. Sin embargo, éste decidió interrogar a la multitud de personas que se acercaron a ver la condena, para que eligieran entre la liberación de Jesús o de un bandido llamado Barrabás. Las personas habían sido previamente inducidas por los sacerdotes del sanedrín y solicitaron la liberación del bandido y la crucifixión de Jesús.
Tras la decisión de la muchedumbre Pilatos se lavó las manos para simbolizar su inocencia en la muerte de Jesús, quien tras la sentencia fue torturado, azotado, su ropa rasgada, le pusieron una corona de espinas y tuvo que cargar su cruz hasta el monte el Calvario, lugar donde se llevó a cabo su crucifixión.
En la parte superior de la cruz le fue colocado un cartel con las iniciales INRI, que se corresponde a Iesus Nazarenus Rex Iudaeorum, cuya traducción es ‘Jesús de Nazaret, rey de los judíos’. Jesús fue crucificado entre dos ladrones y, según los evangelios, cuando Jesús falleció tembló el suelo y tronó el cielo.
A partir de los evangelios se sabe que Jesús murió alrededor de las tres de la tarde del viernes de Pascua. Tras su fallecimiento su cuerpo fue bajado de la cruz, ungido en bálsamos, tapado con una sábana y sepultado en un pequeño sepulcro cerrado con una piedra.
A tercer día después de su muerte, Jesús resucitó entre los muertos y se le apareció a sus discípulos en varias ocasiones, hasta que, finalmente, se llevó a cabo su ascensión a los cielos.
Tras la muerte y resurrección de Jesús de Nazaret se da inicio al cristianismo, una de las religiones más expandidas y con gran número de fieles en la actualidad.
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