La Primera Guerra Mundial fue uno de los conflictos bélicos más mortíferos y prolongados que ha vivido la historia de la humanidad. Por esa causa, también se le ha denominado como la Gran Guerra. Esta inició el 28 de julio de 1914 y finalizó el 11 de noviembre de 1918.
La guerra fue causada por disputas imperiales de orden económico, político y por la distribución de las colonias entre las potencias mundiales. En este conflicto internacional intervinieron los países industrializados de Europa, a los que luego se unieron los territorios colonizados de África.
Los países protagonistas del conflicto formaron dos frentes:
- La Triple Entente: compuesta por Francia, Gran Bretaña y Rusia. El Imperio Ruso se desintegró en 1917 y salió de la guerra. Ese mismo año, los Estados Unidos entraron en acción apoyando a las fuerzas de la Entente.
- Las Potencias Centrales: grupo compuesto por el Imperio alemán y el Imperio Austrohúngaro. A este bloque luego se incorporaron el Reino de Bulgaria y el Imperio Otomano.
La competencia entre estas potencias condujo a alianzas militares que provocaron tensión durante años. Fue en ese clima político que aconteció el asesinato del archiduque Francisco Fernando de Austria en la ciudad de Sarajevo, en 1914. Entonces el Imperio Austrohúngaro le declaró la guerra a Serbia, lo que ocasionó que múltiples compromisos militares se activaran y así muchos países se vieran involucrados.
La Primera Guerra Mundial dejó como consecuencia una gran devastación demográfica y social, así como, una fuerte crisis económica. Desaparecieron cuatro imperios que fueron el alemán, el ruso, el austrohúngaro y el otomano, y se formaron nuevos países, lo que modificó la demografía de Europa central.
El fin de la guerra lamentablemente no trajo consigo una paz duradera. Sus secuelas y descontentos dieron pie a que años más tarde se iniciara otra guerra aún más devastadora, caracterizada por el nacionalismo, el fascismo y el holocausto.
Causas de la Primera Guerra Mundial
1. La Paz Armada
El periodo que va desde 1871 hasta el inicio de la Gran Guerra se conoce como la Paz Armada. Entre Francia y Alemania existía una gran rivalidad después del resultado de la guerra franco-prusiana (1870-1871). Asimismo, entre el Imperio Austrohúngaro y Rusia había desacuerdos por el dominio político de los Balcanes.
Los grandes imperios de Europa sentían desconfianza unos de otros. En cualquier momento un evento inesperado podía acabar con la paz mantenida, y eso fue lo que ocurrió con los atentados de Sarajevo, que causaron la muerte de Francisco Fernando en 1914.
2. El imperialismo europeo
El Reino Unido y Francia poseían la mayoría de las colonias africanas a finales del siglo XIX, con un dominio territorial que favoreció su desarrollo económico y su poder geopolítico. Mientras tanto, el Imperio Austrohúngaro no tenía colonias, y Alemania apenas contaba con algunos territorios, de los que no obtenía casi ningún tipo de ganancias económicas. Esto causó resentimiento de Alemania contra Francia e Inglaterra.
3. El desarrollo de la industria bélica
Entre 1860 y 1913 se llevó a cabo un importante progreso industrial en Europa, liderado por Reino Unido, Francia y Alemania. Este conllevó el desarrollo de nuevas armas y la construcción de medios de transporte especializados para la guerra.
Todo ello empujó a las naciones europeas a sospechar de sus adversarias, lo que las hizo invertir aun más dinero en la defensa de sus colonias y en preparaciones para una eventual guerra.
4. El nacionalismo
Las ideologías nacionalistas se afianzaron en Europa durante el siglo XIX. Cada gobierno buscaba exaltar los sentimientos de pertenencia a una comunidad. Por la nación se debía luchar e incluso entregar la vida de ser necesario. Así, cada país alentó la defensa de sus intereses y el menosprecio por los rasgos que eran propios de otras naciones.
5. La diplomacia de la competencia entre naciones
La desconfianza entre los países dividió al mundo entre amigos y rivales. Por iniciativa de Otto von Bismarck, el canciller de la Alemania unificada, se creó la Triple Alianza de 1882, compuesta por Alemania, el Imperio Austrohúngaro e Italia. Su objetivo era disminuir el poder de Francia y decretar su defensa común ante Rusia.
Luego, otras naciones establecerían la Triple Entente (1907). En este pacto Rusia se alió a Reino Unido y Francia en contra de Alemania.
6. La causa detonante de la Primera Guerra Mundial: el asesinato del archiduque de Austria
El archiduque Francisco Fernando de Austria, heredero de la corona del imperio Austrohúngaro, fue asesinado el 28 de junio de 1914, en la ciudad de Sarajevo, Bosnia. Un grupo de jóvenes nacionalistas planificó el atentado en su contra.
Cuando el archiduque se encontraba en camino para visitar a los lesionados de un primer atentando, fue interceptado por Gavrilo Princip, joven integrante del movimiento nacionalista "Mano negra". Este sacó su arma y disparó a muerte en contra del archiduque y de su esposa.
Vea también: Causas de la Primera Guerra Mundial.
El inicio de la Primera Guerra Mundial
Tras el asesinato de Francisco Fernando se generó una crisis política que desencadenó acciones en la red de alianzas. El día 28 de julio de 1914, el Imperio Austrohúngaro le declaró la guerra a Serbia. Su motivo principal fue la falta de respuesta contra los nacionalistas que organizaron el crimen que resultó en la muerte del archiduque.
Rusia apoyó a Serbia, razón por la cual el Imperio Austrohúngaro le declaró la guerra a Rusia. Alemania también le declaró la guerra a Rusia, imperio que ya contaba con el apoyo de sus aliados Francia y Reino Unido. El 2 de agosto, el Imperio Otomano firmó una alianza secreta con Alemania, y el día 3 del mismo mes Alemania le declaró la guerra a Francia.
Desarrollo de la Gran Guerra
El Imperio Austrohúngaro y Alemania formaban un bloque sólido en el centro de Europa. Para evitar el enfrentamiento directo en este y oeste, Alemania puso en práctica el Plan Schlieffen, que consistía en enviar la mayor parte de su ejército al frente occidental, atravesando Bélgica e invadiendo a Francia con el fin de vencerla rápidamente. Luego, esas fuerzas si podrían movilizarse hacia el este y reforzar el frente oriental.
Los planes de Alemania no se cumplieron. Tras la invasión de Bélgica, Reino Unido le declaró la guerra a Alemania. Así, la avanzada alemana fue detenida por los franceses y por la Fuerza Expedicionaria Británica en la primera batalla de Marne, en el mes de septiembre de 1914.
Guerra de movimientos
En la primera etapa de la Gran Guerra, las tropas de las Potencias Centrales fueron movilizadas para invadir a sus enemigos y obtener la victoria con rapidez. Estos movimientos generados por el ataque alemán en 1914, así como los movimientos del ejército francés hacia el frente occidental, además del desplazamiento de las fuerzas de Inglaterra hacia el continente se conocen como la guerra de movimientos.
Frente occidental
El frente occidental se localizó en una extensa línea de 800 kilómetros de longitud desde Suiza hasta Bélgica. Allí se llevaron a cabo bombardeos, ataques de artillería e incluso ataques con gas venenoso entre las fuerzas del Imperio Alemán y Francia e Inglaterra.
Luego de la primera batalla de Marne, los ejércitos buscaron consolidar sus posiciones en el terreno. Por eso construyeron trincheras esperando ganar estratégicamente cada vez más espacio. A pesar de las tácticas puestas en marcha, los avances fueron escasos y hubo numerosas bajas en cada batalla.
Las posiciones de las trincheras variaron poco hasta casi el término de la guerra, cuando la balanza se inclinó finalmente en favor de los aliados. Entre los enfrentamientos más duros del frente occidental se cuentan la batalla de Verdún, la batalla del Somme y la batalla de Passchendaele, cada una responsable de la pérdida de cientos de miles de vidas humanas.
Frente oriental
En el frente oriental combatieron las tropas alemanas y austriacas en contra de las rusas. En términos territoriales, el frente oriental fue incluso más amplio que el occidental, y se extendió desde el Mar Negro y los montes Cárpatos en el sur hasta el Mar Báltico en el norte de Europa.
Los grandes enfrentamientos iniciaron con la batalla de Tannenberg en agosto de 1914. En este frente, el Imperio Otomano se alió a Alemania y atacó a la Armenia Rusa. En 1915, con la ofensiva de Gorlice-Tarnów, las fuerzas austroalemanas avanzaron hasta Varsovia, tomando pueblos y ciudades bajo su control.
Cuando se pensaba que la victoria alemana en este frente estaba cerca, los rusos respondieron con la Ofensiva de Brusilov en 1916. Esta fue una serie de operaciones militares en las que el ejército de Rusia recuperó ciudades tomadas por austriacos y alemanes. Los combates prolongados dejaron miles de muertos y millones de héridos en ambos bandos.
Sin embargo, la suerte del frente oriental sería decidida al interior de Rusia. Allí una revolución socialista derrocó al Zar Nicolás II y acabó con el poder imperial en ese país. Rusia entonces firmó el Tratado de Brest-Litovsk en 1917 y abandonó la contienda.
Guerra de trincheras (1915-1916)
La guerra de trincheras prevaleció en el frente occidental durante 1915 y 1916. Los bandos en conflicto construyeron esas líneas de defensa difíciles de penetrar para mantener a salvo sus posesiones territoriales. Así, la lucha se dificultó y se prolongó.
Las largas líneas de agujeros cavados en la tierra no contaban con condiciones óptimas de higiene para los soldados. Por ello se convirtieron en espacios insalubres, siendo también culpables de enfermedades y muertes. En ocasiones, los militares vivieron en las trincheras de manera miserable.
La guerra se estancó hasta que en septiembre del año 1916, tanto los franceses como los alemanes intentaron romper el frente. En la batalla de Verdún los alemanes intentaron tomar la región, pero no lo lograron ante la defensiva francesa.
Guerra submarina
En las batallas submarinas poco se respetaron las restricciones y reglas establecidas para los combates navales. En mayo de 1916, la armada británica y la armada alemana se enfrentaron en la batalla de Jutlandia.
Estados Unidos se vio empujado a entrar en la guerra en 1917. Hasta entonces el país había permanecido neutral. Sin embargo, tras el hundimiento del Lusitania y de otros barcos mercantes por parte de submarinos alemanes, también EE.UU le declaró la guerra a Alemania, y se sumó al apoyo de la Entente.
Revolución Rusa
En 1917, Rusia tuvo que apartarse de la Gran Guerra a causa de la revolución dirigida por Lenin y los bolcheviques. Ese año, entre febrero y octubre derrocaron al zar Nicolás II e impusieron un gobierno socialista.
Tras estos eventos, los alemanes y los rusos alcanzaron acuerdos con el tratado de Brest-Litovsk. La firma de ese tratado permitió que las tropas alemanas se trasladaran del frente oriental al occidental y Rusia dejó los combates para atender los conflictos internos provocados por la revolución.
Vea también: Revolución Rusa.
Fin de la Primera Guerra Mundial
En 1917 llegó al continente europeo la Fuerza Expedicionaria Estadounidense, liderada por el General de los Ejércitos John Pershing. Estas tropas vinieron a apoyar al bando de la Entente, por lo que cambiaron el balance de la guerra a favor de los aliados en el frente occidental.
Por otra parte, los ejércitos de las Potencias Centrales estaban agotados y desprovistos de recursos. No contaron con las fuerzas necesarias para invadir París en junio de 1918 y perdieron la segunda batalla de Marne.
En el frente oriental, los británicos derrotaron al Imperio Otomano. Por su parte, los italianos vencieron al Imperio Austrohúngaro en la batalla de Vittorio Veneto, derrota que obligó al Imperio Austrohúngaro a firmar un armisticio.
En Alemania la población atravesaba una fuerte crisis que causó la insurrección obrera de Berlín. El emperador Guillermo II abandonó su cargo y, a continuación, se estableció un gobierno provisional que estableció una república en Alemania. El 11 de noviembre de 1918 el nuevo gobierno alemán firmó el armisticio de Compiègne, que dio fin a la Primera Guerra Mundial.
Consecuencias de la Primera Guerra Mundial
El desarrollo de la Primera Guerra Mundial tuvo una importante serie de efectos en los planos demográfico, político, económico, social y militar. Entre las consecuencias hallamos:
1. Desaparición de imperios y nuevo orden territorial
La desintegración del Imperio Austrohúngaro trajo consigo el establecimiento de Estados como Austria y Checoslovaquia. Hungría se independizó. Mientras el Imperio Otomano también fue dividido por un acuerdo previo entre Francia, Reino Unido y Rusia.
A Serbia le fueron anexados algunos territorios de los pueblos eslavos. Francia recuperó los territorios de Alsacia y Lorena. Asimismo, las colonias pertenecientes a Alemania pasaron a ser controladas por los franceses y los británicos.
Al final fueron cuatro los imperios que terminaron por desintegrarse después de la Gran Guerra: el Imperio ruso, el Imperio austrohúngaro, el Imperio alemán y el Imperio otomano.
2. Crisis económica
La guerra produjo elevados gastos militares. Las economías de los países afectados por la guerra vivieron una crisis colosal, debiendo pagar las deudas que tenían con los proveedores de créditos y materias primas.
Esta situación generó hambre y dificultades para la reconstrucción de las zonas afectadas. Por otra parte, Estados Unidos salió fortalecido desde el punto de vista económico, político e industrial.
3. Un número alto de soldados y civiles fallecidos
Fueron muchas las personas que se vieron afectadas por la escasez de recursos básicos, la hambruna y la destrucción de ciudades y pueblos. Hubo muertes por los enfrentamientos directos, así como también por las secuelas del conflicto.
4. La Conferencia de la Paz
Se llevó a cabo en 1919 en París teniendo como fin garantizar la paz mundial. Como resultado surgió el Tratado Versalles, firmado el 28 de junio de 1919, del cual surgió la Sociedad de Naciones. Este tratado fue el documento que puso fin a la Primera Guerra Mundial y fue firmado por los países de la Entente y Alemania.
Se declaró que Alemania era la culpable de los daños de la guerra. A esta le fueron impuestas sanciones que afectaron su economía y su territorio. Como consecuencia, los alemanes se sintieron descontentos y aborrecieron los términos del tratado. Años más tarde estos sentimientos impulsaron las causas de la Segunda Guerra Mundial.
Vea también
5. Ideologías políticas extremistas cobran auge en Europa
El desencanto generado por la crisis en Europa hizo que las personas escucharan a líderes políticos que promovían cambios radicales. En el este de Europa se afianzó el comunismo. En Italia tomó el poder el fascismo. En Alemania, lo hizo el partido Nazi. La paz emanada de la Conferencia de París y del Tratado de Versalles fue frágil y duró apenas dos décadas hasta el estallido de una Segunda Guerra Mundial.
Bibliografía
Bosch, Aurora (2005) "Diplomacia misionera: guerra en Europa e intervencionismo estatal, 1912-1920". En Historia de Estados Unidos, 1776-1945. Crítica. Barcelona, (páginas 351-382).
De la Torre, Rosario (2014) "La cuestión de los orígenes de la Primera Guerra Mundial". En Cuadernos de Historia Contemporánea. Vol. 36, (páginas 355-362).
Jankowski, Paul (2016) Verdún: crónica de la batalla más celebre de la Primera Guerra Mundial. La Esfera de los Libros. Madrid.
Renouvin, Pierre (1990) La primera Guerra Mundial. Oikos-Tau ediciones. Barcelona.
Vea también: