Se conocen como valores aquellos principios y cualidades que nos identifican y definen como individuos e integrantes de un grupo o comunidad.
El término valores está íntimamente relacionado con el concepto de moral, el cual se refiere al conjunto de normas, conductas y creencias que se consideran socialmente correctas y que sirven de ejemplo para que los individuos sean capaces de diferenciar lo bueno de lo malo.
Todas las personas poseemos una serie de valores que nos guían y nos ayudan a tomar las mejores decisiones tanto para nuestro bienestar personal como colectivo. Esto es posible porque los valores están compuestos por una serie de actitudes y acciones que se consideran socialmente correctos y que procuran el bienestar general de la sociedad.
Los valores nos ayudan a diferenciar las actitudes y cosas que se consideran positivas o buenas, de aquello que es negativo o hace daño. Por ejemplo, cuando compartimos con un compañero de clase nuestros libros u otros utensilios escolares, estamos poniendo en práctica el valor del compartir y del compañerismo.
Por el contrario, si vemos que este compañero necesita ayuda y no le prestamos atención o lo ignoramos, estaremos siendo personas egoístas que actúan bajo una serie de antivalores o actitudes negativas que no generan ningún tipo de bienestar común.
Por ello, es conveniente la práctica continua de las acciones correctas y positivas por encima de aquellas que son negativas o perjudiciales, de allí la importancia de que aprendamos esto desde temprana edad.
Los valores forman parte de nuestra identidad, tanto social como personal. Son los que nos permiten definirnos dentro de un colectivo y como seres individuales, así como identificar nuestras similitudes y diferencias con quienes nos rodean.
Los valores son el resultado de la reinterpretación de los conocimientos que ya poseemos a partir de las experiencias y todo aquello que sucede en nuestro entorno. En este sentido, se puede decir que los valores no son permanentes en el tiempo, por el contrario, se pueden modificar y reestablecer su orden de importancia.
También cabe destacar que los valores no actúan de manera independiente, es decir, todos los valores se relacionan unos con otros a fin de lograr un resultado mucho más positivo y beneficioso, en especial con la moral que es una base fundamental para alcanzar la armonía y sana convivencia entre las personas.
Vea también Jerarquía de los valores.
Tipos de valores
Existen diferentes tipos de valores que todos reconocemos y compartimos, como el amor, la responsabilidad, la ética, el respeto, la bondad, entre otros.
A continuación, se presentan los valores más importantes tanto para el individuo como para la sociedad.
Valores morales
Son las normas y costumbres que se consideran correctas y positivas, y son trasmitidas por la sociedad al individuo. Estos valores procuran que las personas desarrollen sus capacidades para diferenciar entre lo que es correcto y justo en contraposición a lo que no lo es.
Los valores morales se relacionan con los valores familiares, ya que se aprenden por parte de personas de autoridad, como los padres o los maestros. También se pueden ver influenciados por otros valores como los religiosos, éticos o profesionales.
Como ejemplo de los valores morales se pueden mencionar el respeto, la gratitud, la solidaridad, la humildad o la amistad, entre otros.
Valores éticos
Los valores éticos constituyen una guía de comportamiento que busca regular la conducta de las personas en los diversos espacios en los que esta se desenvuelve.
Estos valores se complementan con las experiencias que cada individuo tenga de su entorno familiar, social, laboral o académico, entre otros. Se relacionan con los valores morales. Como ejemplo de valores éticos se pueden mencionar la justicia, la libertad, la equidad, la integridad, entre otros.
Vea también Qué es la ética.
Valores humanos
Los valores humanos están compuestos por un conjunto de posturas y acciones consideradas correctas para desarrollar una convivencia saludable entre las personas y el espacio. Es decir, determinan nuestras posturas individuales en busca de una sana interacción con la sociedad.
Estos valores son compartidos y reconocidos, en términos generales, por todos los individuos y buscan sobrepasar cualquier limitación cultural, personal, religiosa, ideológica, entre otras, de allí la importancia de conocerlos y ponerlos en práctica.
Los valores humanos pueden variar en el tiempo, sin embargo, muchos se mantienen más allá de las circunstancias como, el respeto, la integridad, la humildad, la gratitud, la tolerancia, la libertad o el amor.
Por ejemplo, tomar una postura de respeto y tolerancia en medio de una situación adversa que afecte a un grupo de personas, como quedarse atrapado en un elevador, será más beneficioso que centrarse en las diferencias que existen entre los afectados y buscar un culpable por lo ocurrido.
En este caso, lo principal será tomar la iniciativa de compartir ideas, escuchar al compañero y trabajar en conjunto para sobrepasar ese momento de incomodidad o nerviosismo.
Valores sociales
Los valores sociales establecen una serie de posturas morales y comportamientos, individuales y sociales, que son considerados como correctos y refuerzan las relaciones humanas a fin de alcanzar una convivencia armoniosa entre las personas.
Los valores sociales son importantes para la construcción de una sociedad que busca integrar a los miembros de su comunidad, de manera equilibrada, para restarle fuerza a los contravalores o conductas negativas.
Estos valores pueden variar su orden de importancia según las necesidades de la sociedad, por ejemplo, bajo circunstancias de opresión destacará el valor de la libertad y la justicia, pero en una situación de fatalidad resaltarán los valores de la solidaridad o compromiso.
Vea también Libertad.
Valores culturales
Los valores culturales son los que identifican a los individuos de una sociedad en particular. Están compuestos por una serie de creencias, tradiciones, lenguas, hábitos y bienes materiales e inmateriales que conforman el acervo cultural de un grupo social.
La importancia de los valores culturales está en determinar la identidad cultural de las personas y fortalecer su sentido de pertenencia. Son valores exclusivos de un grupo social.
De esta manera, puede haber una mayor integridad entre las personas de una comunidad. Por ejemplo, respetar un símbolo patrio, sea representativo de nuestra cultura o no.
El fomento de estos valores permite que las personas podamos establecer y aceptar las diferencias y similitudes que compartimos con otros, y nos facilita actuar desde el respeto para compartir nuestros valores culturales y demás particularidades.
Valores familiares
Los primeros valores que se aprenden son los valores familiares, que están compuestos por un conjunto de creencias, principios y demostraciones de afecto que son transmitidos de una generación a otra. Estos valores forman parte de la base de toda sociedad.
Los valores familiares refuerzan los lazos de unión, el sentido de pertenencia, el respeto, cuidar uno del otro, la honestidad y la confianza de cada individuo. Estos valores implican una serie de principios que se consideran correctos socialmente, como el amor, el cariño o la bondad.
Vea también Violencia intrafamiliar.
Valores personales
Los valores personales son aquellos que cada individuo pone en práctica en su cotidianidad y ante quienes lo rodean. Están compuestos por una serie de principios que buscan el bienestar personal sin afectar la vida de otros.
Asimismo, definen la personalidad de cada persona y establecen sus conductas, proyectos, estilo de vida, entre otros. Por esta razón, también son valores que sufren modificaciones en el tiempo y pueden ser sustituidos por otros según las circunstancias.
Antivalores
Los antivalores son aquellas acciones y posturas que atentan en contra de los valores en general. Están compuestos por una serie de actitudes negativas que se oponen a los valores humanos, morales y éticos, que pretenden regular las conductas de las personas en la sociedad. Los antivalores pueden generar situaciones de peligro y violencia.
En este sentido, los antivalores suponen una serie de acciones inadecuadas y se relacionan con las conductas inmorales y antiéticas. Como ejemplo se pueden mencionar la injusticia, el irrespeto, la intolerancia, la deshonestidad o el odio, entre otros.
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